Estuvimos 5 dias de viaje de convivencia al Camino de Santiago, tardamos doce horas de viaje en autobus, no se hicieron pesadas, porque fuimos en un superautobus muy comodo y muy grande, ya que los asientos eran muy comodos y grandes.
La verdad que fue un viaje muy chulo, fuimos muy rapidos y el trafico muy fluido y sin muchas paradas. Unos paisajes muy bonitos y muy verdes, la verdad que fue toda una experiencia. Por los paisajes destacar el intenso colorido de la zona gallega, el hierro y el alabastro y los verdes. Los empedrados eran muy chulos, también vimos animales y vimos nacer unos cervatillos, muy guay. Redescubrí a algunas de mis compañeras.
J. A.
Es un viaje que me ha gustado mucho, porque nunca había estado y fue una experiencia inolvidable. El día que más me gustó de las rutas que hicimos fue el primero, porque tenía unos paisajes muy bonitos. El segundo día lo que más me gustó fue la comida, que fue codillo, muy sabroso. El tercer día lo que más me gustó fue la bajada del Monte do Gozo y la entrada en la Catedral de Santiago de Compostela, y también me gustó mucho la comida. El sitio donde dormimos fue muy bonito y estaba al lado de la naturaleza, y nos atendieron muy bien. Recomendaría este viaje sin duda alguna.
L. J.
Fue un viaje muy interesante y divertido, donde nos lo pasamos requetebién, e hicimos mucho ejercicio, ya que el alojamiento lo teníamos en Ponferrada, y todos los días nos trasladaba el autobús hasta el punto donde debíamos empezar a caminar, porque era como debíamos llegar a Santiago. Cada día nos caminábamos de 5 a 10 km en terreno llano por carreteras y por cuestas forestales. Luego volvíamos a Ponferrada, donde cenábamos, y antes de irnos a dormir solía haber entretenimiento, como una velada en la que hubo muchos cantos y acompañamiento de instrumentos musicales, como la guitarra, y la música se oía mediante un móvil conectado a un altavoz.
Mientras caminábamos nos encontrábamos a los peregrinos que estaban haciendo el Camino a Santiago y que al vernos nos saludaban amablemente. Eramos varios usuarios que se desplazaban en silla de ruedas, y por ello necesitábamos varios porteadores.
Visitamos por fin la Catedral de Santiago, monumental y espaciosa, donde lo más bonito eran las vidrieras de cristal, y las puertas, comprobando que la puerta del Obradoiro aún estaba en proceso de restauración tapada con una red de color negro.
Por fin pudimos comprar la famosa «Torta de Santiago», que está requetebuena, aunque me hubiera gustado poder adquirir varias tortas para mis hermanos.
En conclusión, ha sido un viaje muy interesante que espero volver a realizarlo en un futuro.
P.
Locuelos, intrépidos, ilusionados, y sobre todo humanos, hace unos meses alguien insinuó que no tendríamos el valor suficiente para hacer algún tramo del Camino de Santiago, pues decidimos hacerlo y así comenzó el mismo.
El lunes 17 de abril sobre las 10,15 horas de la mañana, salimos de Valencia hacia Ponferrada (León) para hacer varios tramos del camino de Santiago, la primera parada que hicimos fue en el km 175 de la A-3, ya almorzamos tarde y continuamos viaje, entrabamos a las 15 h., o más tarde cruzando Madrid, aunque no vimos la ciudad, pues la cruzamos por la M-30 y está soterrada, cruzamos el túnel de Guadarrama y rápidamente empezamos a pasar provincias, Segovia, Ávila, Zamora y Valladolid, parando a las 17 h. o 17,30 h. a comer en un pueblo de esta última provincia, que por cierto hemos comido de fábula en todo el viaje, y así continuó el viaje hasta nuestro sitio de alojamiento en Ponferrada llegamos sobre las 21,30 h. de la tarde, nos dieron el alojamiento y resultó ser cabañas de madera, todo el recinto estaba adaptado para personas con discapacidad, sitio tranquilo donde los haya, sin tener electrónica en estos tiempos y yendonos a la cama a descansar, pues estábamos agotados después de un largo día de viaje.
El día 18 salimos de nuestro sitio de alojamiento hacia la cuenca minera, para hacer el primer tramo del Camino de Santiago, nos movimos en plena naturaleza, viendo vacas, caballos en libertad en su estado más puro, incluso vimos el parto de una cabra en directo, llegamos a comer tarde pues se nos estropeó el elevador del autobús y no se pudieron subir las sillas de ruedas al mismo, a la vuelta del viaje también nos pasaron anécdotas, pues el conductor se equivocó de ruta y nos metió por un sitio en que el autobús no entraba, tubo que hacer varias maniobras para no caer en una acequia o tirar una valla, llegamos al centro de recogida y descansamos el resto del día.
El día 19 salimos por la mañana haciendo otra ruta, hasta llegar a Cacabelos, hicimos un tramo por un camino sin asfaltar y otro ya asfaltado, en el pueblo pudimos ver la Ermita de San Roque, la iglesia parroquial, un museo e incluso la zona de baños (en el río) y todo con su cesped, comimos en el pueblo y vuelta a la residencia.
El día 20 traslado hasta Santiago, llegamos hasta el Monte do Gozo y desde ahí hasta el centro de la ciudad, cruzamos parte de la misma hasta llegar a la plaza del Obradoiro y ver la Catedral, donde disfrutamos de su interior, ver al santo y su entorno es algo mágico y ahora no se puede ni abrazar ni besar al santo, no tuvimos tiempo para nada y gracias a la asociación de DCA de Santiago que nos explicó los pormenores de la ciudad y de la Catedral, después de comer volvimos otra vez a nuestra residencia en Ponferrada.
El día 21 fin del viaje y vuelta a casa, habiendo disfrutado del viaje, por haber visto lo visto, experimentando un compañerismo inusual entre todos, compañeros, familiares y profesionales, un viaje para repetirlo, se lo aconsejo a todo el mundo.
J. M.