Del 4 al 6 de septiembre realizamos una nueva convivencia, en la granja escuela de La Salle en Llíria. Al llegar nos recibieron los profesionales del Centro, así como los monitores de La Salle, etiquetamos las maletas con nuestro nombre para identificarlas, y nos distribuimos en las distintas habitaciones. Tras instalarnos, nos ofrecieron un almuerzo y ya empezamos la marcha del viaje, de talleres y actividades, como un taller de dibujo y pintura. Manualidades, como por ejemplo, unas mariposas perfilando en un folio nuestras dos manos unidas por los dos pulgares y con los demás dedos abiertos en forma de alas de mariposa, y luego las pintamos. Hicimos con latas de refresco personajes de los Minions, que forramos y vestimos con fieltro, muy divertido. Con unas botellas de plástico, las cortamos a nivel del fondo y del cuello de la botella, y luego utilizamos un folio en el que habíamos realizado un montón de agujeritos del tamaño de una pajita de refresco, el folio se enrollaba en forma de cilindro y se incluía en el fondo cortado de la botella, y a través de los agujeros se metían unas pajitas de diferentes colores que atravesaban el cilindro, y posteriormente se echaban desde arriba del cilindro bolitas de algodón de distintos colores, y posteriormente había que extraer las pajitas con cuidado para que no se cayeran las bolitas. También creamos caretas de animales que previamente pintamos y posteriormente recortamos la silueta de los ojos, de un cerdito, un conejo, etc.
Otros de los talleres fueron imanes de nevera, figuras de pasta de sal, polos de frutas, de palomas mensajes. Además se realizaron dos veladas nocturnas, una de astronomía y otra de karaoke, donde cantamos todas nuestras canciones favoritas.
También visitamos la granja escuela con muchos animales, burros, cabras, y una gran cerdota.
Como siempre comimos de maravilla.
Es una experiencia muy interesante porque favorece la convivencia entre nosotros, las personas usuarias del Centro de Día, y los monitores, así aprovechamos para conocer mejor a los compañeros. También sirvió como toma de contacto a la vuelta a la actividad tras las vacaciones estivales, y como respiro a las familias.
La convivencia en La Salle fue, como todos los años, sensacional.